Ducharse antes de acostarse: lo que debe saber

Ducharse antes de acostarse: lo que debe saber

Ducharse antes de acostarse: lo que debe saber

Para muchas personas, una ducha por la noche parece el final natural del día. Este hábito nocturno puede afectar la temperatura de tu cuerpo y, por lo tanto, la calidad de tu sueño. Entonces, ¿deberías ducharte antes de dormir?



La temperatura corporal juega un papel importante en el ciclo de sueño y vigilia, y el cuerpo humano experimenta naturalmente una disminución de la temperatura corporal central. Antes de dormir por la noche. Los científicos han descubierto que al afectar este proceso natural de regulación de la temperatura, las duchas y los baños pueden afectar el sueño. Estos son los beneficios de ducharse antes de acostarse y discutir si una ducha fría o caliente es mejor para dormir.



 

Beneficios de ducharse antes de dormir

Cuando se incorpora a una rutina a la hora de acostarse, una ducha nocturna puede ayudar a indicarle a su cerebro que es hora de dormir. Bañarse por la noche también asegura que estará más limpio cuando se acueste, reduciendo la acumulación de sudor, suciedad y aceites corporales en la ropa de cama.

Además, la investigación sugiere que tomar una ducha antes de acostarse puede proporcionar otros beneficios. Estos beneficios varían dependiendo de si te duchas con agua fría o caliente.

 

Efectos de las duchas calientes en el sueño

Un creciente cuerpo de investigación sugiere que tomar una ducha o un baño tibio antes de acostarse puede mejorar el sueño. En las horas previas a la hora de acostarse, la temperatura central del cuerpo humano se enfría naturalmente, mientras que la temperatura de la piel de las manos y los pies aumenta.

Los científicos plantean la hipótesis de que sumergir el cuerpo en agua caliente ayuda a este proceso natural de regulación de la temperatura, mejorando así el sueño. Los investigadores han denominado a este fenómeno el “efecto del baño caliente”.

La investigación da crédito al efecto del baño caliente. Un metanálisis de 17 estudios encontró que tomar una ducha o un baño por la noche en agua entre 104 y 108,5 grados Fahrenheit mejoró la calidad del sueño.

Quienes se bañan o se duchan una o dos horas antes de acostarse también se duermen más rápido. Los investigadores creen que el agua caliente estimula el flujo de sangre a las manos y los pies, lo que permite que el calor corporal escape más rápido.


Un estudio reciente de adultos mayores también encontró que tomar un baño caliente de una a tres horas antes de acostarse los ayudó a conciliar el sueño más rápido.


Un baño o una ducha tibios antes de acostarse pueden hacer algo más que mejorar el sueño. En un estudio de adultos mayores, un baño entre aproximadamente 104,5 y 106 grados Fahrenheit redujo la presión arterial4 antes y durante el sueño, especialmente cuando se toma menos de una hora antes de acostarse.

Algunas personas también toman una ducha caliente antes de acostarse cuando están resfriadas, ya que la inhalación de vapor caliente es un remedio casero popular que se usa para reducir la congestión nasal. La evidencia actual no respalda los beneficios del vapor para la congestión nasal, pero puede probar este método para ver si encuentra alivio.

 

 

Efectos de las duchas frías en el sueño

Los investigadores han tratado de aprovechar las duchas frías para optimizar la temperatura corporal para dormir, con resultados mixtos. Un estudio encontró que los atletas que se sumergieron en agua fría durante diez minutos después del ejercicio vespertino experimentaron una caída en la temperatura corporal central, menos despertares nocturnos y una mayor proporción de sueño profundo en el transcurso de las primeras tres horas de sueño.

No todas las investigaciones sobre duchas frías han sido tan prometedoras. Otro estudio encontró que después de estar sumergido en agua fría siete minutos después del ejercicio nocturno, la temperatura corporal central primero aumenta y luego conduce a una caída en la temperatura corporal central de cuatro a cinco horas más tarde.


Sin embargo, esta disminución de la temperatura corporal no parece afectar la calidad del sueño. Los participantes del estudio también experimentaron un aumento en la frecuencia cardíaca.

Un estudio similar en jóvenes futbolistas encontró que la inmersión en agua fría después de una sesión de entrenamiento nocturna no afectó el sueño.


Es posible que las duchas frías no mejoren el sueño debido a las propiedades estimulantes del agua fría. La inmersión en agua fría aumenta los niveles de cortisol y norepinefrina. El cortisol participa en el aumento de los niveles de alerta y, como resultado, los niveles de cortisol en el cuerpo generalmente caen en preparación para dormir. En un estudio, los participantes compararon la ingesta de energía de una ducha fría con los efectos del consumo de cafeína.

Dicho esto, bañarse en agua fría podría brindar beneficios no relacionados con el sueño. Los atletas a veces usan agua fría en un intento de reducir el dolor muscular y la fatiga.

Como anécdota, las personas toman duchas frías porque mejora el estado de ánimo y optimiza la circulación sanguínea para una piel y cabello más saludables, aunque no todos estos beneficios han sido probados científicamente.

La inmersión en agua fría también se asocia con un metabolismo mejorado y un sistema inmunológico más fuerte. Un estudio encontró que incorporar incluso un minuto de agua fría al final de la rutina de la ducha reduce en aproximadamente un tercio la cantidad de días de enfermedad que una persona toma durante la temporada de duchas.

 

Duchas de agua fría o caliente: ¿cuál es mejor para dormir?

Un creciente cuerpo de investigación muestra que las duchas tibias o calientes por la noche mejoran el sueño. Sin embargo, los atletas pueden encontrar que las duchas frías ayudan a reducir la rigidez muscular, lo que puede contribuir a dormir mejor al reducir la incomodidad.

Si planea ducharse por la noche para promover el sueño, puede considerar tomar una ducha caliente en lugar de una ducha de vapor. La investigación muestra que el agua caliente puede causar cambios más drásticos en la presión arterial en las personas mayores.

Los investigadores todavía están trabajando para determinar cuál es el mejor momento para ducharse antes de acostarse. La mayoría de la evidencia parece indicar que ducharse una o dos horas antes de acostarse le da al cuerpo suficiente tiempo para alcanzar la temperatura adecuada para dormir.

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